miércoles, 16 de septiembre de 2009

ANDALUCÍA MEDIEVAL












Reino de Granada:
Conocida como Elvira hasta este siglo en que los beréberes Ziríes de la tribu Sinhacha, hacia el 1013 obtienen esta cora como premio a su participación en los últimos episodios califales siendo su primer emir Zawí ben Zirí. Le sucede Habus (1019-1020) y Badis, que conquistará el reino de Málaga en 1057 engrandeciendo su estado. En el 1090 el rey Abd Allah fue destronado por los almorávides, pero conocerá su esplendor cuando Muhammad Alhamar funde el reino nazarita en el 1240.

El gótico en andalucía
El mudéjar andaluz:

El foco mudéjar andaluz diferencia, cronológica y geográficamente, la Andalucía del Guadalquivir de la Andalucía penibética. En la Andalucía baja, el foco cordobés seguirá fiel a la tradición de materiales en piedra sillar, aparejados a soga y tizón. En cambio, el foco sevillano utiliza el ladrillo y su arquitectura es el resultado del contacto artístico entre la tradición islámica almohade y el arte gótico occidental, en plena expansión en el año 1248, fecha de la reconquista de Sevilla. El arquetipo de iglesia mudéjar sevillana es de tres naves, con los ábsides poligonales y abovedados en crucería; mientras que las naves, separadas por arcos apuntados sobre pilares, se cubren con armadura de par y nudillo para la central y de colgadizo para las laterales. El testero occidental de estas iglesias añade a la volumetría una torre, que sigue en disposición interior y en ornamentación externa la tipología de los alminares almohades, como Giraldas en pequeño. Estas iglesias mudéjares sevillanas se datan a partir del terremoto de 1355, ... Por el uso de los arcos túmidos sobre pilares con columnas adosadas, los tramos de la nave cubiertos por cúpulas sobre trompas y un sentido espacial compartimentado, la iglesia de Santa María de Lebrija, del S. XIV, recuerda las mezquitas almohades.

Otra tipología arquitectónica del mudéjar sevillano, del mayor interés, desarrollada en torno al año 1400, es la de las capillas funerarias, abovedadas con cúpulas sobre trompas, recuerdo de la qubba islámica, que desde las iglesias sevillanas se difunden hacia Toledo y Castilla la Vieja.

Bien diferente por sus características formales y por su tardía cronología es el arte mudéjar de la Andalucía alta, conociéndose bien el malagueño y el granadino, con pervivencia de lo nazarí, pronto agostado por el freno que supuso el arte clasicista del Renacimiento.